El 24 de noviembre se celebra el 60 aniversario de la muerte del pintor mejicano Diego Rivera. Nacido en la ciudad hermanada de Guanajuato en 1886 y de pensamiento comunista, utilizaba el arte como medio con el que expresar sus inquietudes sociales. De él repasamos su historia personal como homenaje a su obra pictórica.
Si por algo es recordado y reconocido, Diego Rivera es por su faceta de muralista en la decoración de edificios públicos en Méjico, Estados Unidos y Argentina.
Nacimiento y formación
Diego Rivera nace en Guanajuato en 1886 y se forma en la Academia de San Carlos de la capital mexicana, donde recibe la influencia del paisajista José María Velasco. En 1905 y becado, viene a España para estudiar a Goya, El Greco y Brueghel. En su estancia en Madrid, apr
«Vendedora de Alcatraces», 1938
ende del retratista Eduardo Chicharro.
Cuatro años más tarde se traslada a París, donde inicia una relación amorosa con la pintora rusa, Angelina Beloff. Durante la Revolución Mejicana, Diego Rivera alterna su residencia entre España, Francia, Ecuador, Bolivia y Argentina.
Se relaciona con Alfonso Reyes Ochoa, Pablo Picasso y Ramón María del Valle-Inclán, entre otros artistas y con los movimientos de principios de siglo, como el cubismo y en el postimpresionismo de Paul Cézanne, quien se interesa por su obra.
En 1919, emprende un viaje a Italia, para estudiar el Renacimiento. Dos años después, Rivera regresa a México, para participar en la realización de diferentes murales, financiados por el gobierno mejicano, junto a José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros, Rufino Tamayo y el artista francés Jean Charlot.
Faceta muralista
En enero de 1922, inicia “La creación”, en el interior del Anfiteatro Simón Bolívar de la Escuela Nacional Preparatoria de la Universidad Nacional de México. El tema es la creación de la raza mexicana. En diciembre de ese mismo año, se casa con Guadalupe Marín, con quien tiene dos hijas.
En 1922, inicia el fresco en la Secretaría de Educación Pública. Co-fundada la Unión de Pintores, Escultores y Artistas Gráficos Revolucionarios y se afilia al Partido Comunista Mexicano. Emprende las pinturas y murales del Palacio de Cortés, en Cuernavaca, Morelos, y en la Escuela Nacional de Agricultura, en Chapingo, así como en el Palacio Nacional de la Ciudad de México. Todas las obras comparten un ciclo narrativo sobre la historia del país desde los mexicas hasta el siglo XX.
«Mi estilo nació como un niño, en un instante, con la diferencia de que a ese nacimiento le precedió un embarazo de 35 años». Diego Rivera
En 1927, Rivera visita Moscú. Un año más tarde se divorcia de Guadalupe Marín y se casa con la pintora Frida Kahlo, en 1929. Es expulsado del Partido Comunista Mexicano y viaja como invitado a los Estados Unidos para llevar a cabo varias obras. Sus obras de temática comunista generan una fuerte controversia. Pinta un mural para el club de la ciudad de la Bolsa de San Francisco y un fresco en la Escuela de Bellas Artes de California, que hoy reside en la Escuela de Arte de San Francisco.
Sin embargo, la pintura más destacable la ejecuta en el San Francisco Art Institute y en el Instituto de Artes de Detroit. En 1933, el millonario Nelson Rockefeller lo contrata para pintar un mural en el vestíbulo del edificio RCA, del futuro Rockefeller Center de Nueva York. La obra bajo el título “El hombre en el cruce de caminos” o «El hombre controlador del universo” no pudo completarse por un polémico retrato de Lenin, que terminó por ofender al propietario, quien mandaría destruirlo. Sin embargo, Rivera lo volvió a pintar en el Palacio de Bellas Artes de Méjico, a su vuelta en 1934.
“El hombre en el cruce de caminos” ,1934
Vuelta a Méjico
En 1936, recibe junto a su esposa a Trotsky en la Casa Azul. Tras el divorcio con su mujer y el distanciamiento con el político ruso, vuelve a casarse con Frida en 1940.
Tres años después forma parte de la fundación del Colegio Nacional y en 1946, pinta una de sus obras más relevantes, “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central”, en el Hotel del Prado de la Ciudad de México. Se convierte en comisionado de Pintura Mural del Instituto Nacional de Bellas Artes.
En 1950, ilustra la obra de Pablo Neruda “Canto general” y recibe el Premio Nacional de Ciencias y Artes de México.
«La introspección ha sido en mí un completo fracaso». Diego Rivera
Dos años después pinta “La Universidad, la familia mexicana, la paz y la juventud deportista” en el Estadio Olímpico Universitario, y en 1955, tras la muerte de Frida Kahlo se casa con Emma Hurtado.
El 24 de noviembre de 1957 fallece en su Museo Casa Estudio de Diego Rivera y Frida Khalo.
